La menta es una de las hierbas más resistentes, y generalmente se recomienda cultivarla en maceteros ya que no requiere de mucho mantenimiento. Sin embargo, ocasionalmente hay problemas con esta hierba que a menudo son resultado de ciertas condiciones de su entorno.
Las razones más comunes por las cuales la menta se seca:
- Poco riego (la menta requiere un suelo constantemente húmedo).
- Maceteros muy pequeños o pocos orificios para el drenaje en la base de la maceta.
- Pudrición de la raíz (el suelo pantanoso o las macetas sin drenaje pueden hacer que la menta se vuelva amarilla y se caiga).
- Crecimiento largo con pocas hojas debido a la falta de sol o exceso de fertilizante.
Contenidos de este artículo
Menta con poco riego
Síntomas: Hojas y tallos marchitos, que generalmente se vuelven de color café claro.
Causas: Suelo bajo en riego y de rápido drenaje.
El riego insuficiente es la razón más común por la cual esta hierba pareciera que está muriendo. Estas plantas se desarrollan mejor en suelos húmedos, por ello, pueden marchitarse rápidamente si el suelo se seca y es una de las primeras plantas del jardín en marchitarse en verano o en climas cálidos. Por lo tanto, la menta crece mejor cuando se riega regularmente y se planta en tierra o en un sustrato para macetas que retengan la humedad.
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Esta hierba no crece bien en suelos arenosos o pedregosos, ya que se drenan demasiado rápido y las raíces no alcanzan a absorber la humedad.
Cómo salvar una menta seca por riego
Afortunadamente las soluciones para el marchitamiento de la menta son fáciles de implementar. Riega la menta con frecuencia para que la tierra se mantenga húmeda. Es importante ajustar la frecuencia de riego para mantener la humedad de la tierra. Esto varía según la época del año y el clima donde este ubicada. En climas cálidos, riegue una vez cada tres días, mientras que en climas templados solo debes regar una vez por semana.
Planta la menta en abono rico de nutrientes. El compost es excelente para retener la humedad y tiene una estructura porosa que permite que el exceso de agua se drene para que no se vuelva lodoso.
El control cuidadoso de la humedad del suelo probándolo a la profundidad de un dedo y ajustando la frecuencia de riego adecuado, asegura que el suelo no se seque y deshidrate su planta.
Siempre riegue esta planta con abundante agua para estimular que las raíces se establezcan correctamente. El riego ligero fomenta el crecimiento de raíces poco profundas, lo que hace que su planta sea más vulnerable a la sequía.
Menta seca en un macetero
Síntomas: La planta se está cayendo y se vuelve café y no crece.
Causas: Tamaño del macetero demasiado pequeño, suelo pobre en nutrientes, pudrición de la raíz debido a la falta de orificios de drenaje.
Cultivar menta en maceteros permite un buen drenaje y evita que la menta se propague y se apodere de todo el espacio del jardín, ya que es muy fácil que pueda crecer sin control.
Sin embargo, estas plantas pueden decaer si la maceta es demasiado pequeña. Esta hierba requiere un suelo constantemente húmedo. En macetas más pequeñas el suelo se seca rápidamente, lo que puede provocar que la planta se marchite y se vuelva café.
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Otro problema común es la falta de orificios de drenaje en la base de la maceta. Esta planta requiere de un suelo húmedo, pero si la maceta no permite que se escape el exceso de agua, el suelo se vuelve lodoso, lo que causaría la pudrición de la raíz volviendo las hojas amarillentas.
Cómo revivir la menta en maceteros
Trasplante la menta a una maceta más grande de al menos 30 centímetros de ancho para evitar que la tierra se seque demasiado rápido y la planta se marchite, asegurándose de que su maceta tenga orificios de drenaje en la base para que la tierra no se vuelva lodosa.
En un macetero más grande hay mayor cantidad de tierra y por lo tanto más humedad. Una maceta más grande de al menos 30 centímetros de ancho no se seca tan rápido como las macetas pequeñas, lo que evita que la planta se marchite, junto con un plan de riego frecuente.
Con más tierra, las raíces de su planta tienen más espacio para establecerse y acceder a los nutrientes que necesitan para que esta hierba produzca más follaje y sea menos vulnerable a las enfermedades.
Evite usar plato o cualquier cosa debajo de la maceta que pueda acumular el agua y hacer que la tierra se vuelva pantanosa.
Menta con problemas de crecimiento
Las plantas largas con un crecimiento excesivo y que caen suele ser un signo de:
A) No hay suficiente luz.
B) Demasiado fertilizante.
Las plantas de menta deben crecer a pleno sol o sombra parcial, pero si están en demasiada sombra, el crecimiento puede verse escaso con pocas hojas y un aroma débil. La planta sin suficiente luz crece mucho en búsqueda de más luz solar, lo que hace que los tallos se caigan por su peso.
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Demasiado fertilizante puede estimular un crecimiento excesivo, lo que hace que los tallos se vuelvan delgados y no tan resistentes para sostener estructuralmente la planta. Esto también puede hacer que la planta se caiga, aunque probablemente no tenga un follaje abundante con poco aroma y un sabor más débil.
Cómo salvar una menta con problemas de crecimiento
La forma más fácil de salvar una menta con problemas de crecimiento es ubicar la menta en un área más soleada, si es que se encuentra en un lugar demasiado sombreado. La menta debería comenzar a mostrar signos de recuperación en una semana.
Evite utilizar demasiado fertilizante, ya que esto puede tener un efecto perjudicial en su menta. Esta planta a menudo no requiere fertilizante adicional si se ha plantado en tierra rica en nutrientes, sin embargo, si el crecimiento es lento, use un fertilizante de concentración media cada 4-6 semanas durante la temporada de crecimiento.
Para las plantas que están caídas debido a la falta de luz solar o demasiado fertilizante, recomendaría aplicarle una buena poda.
